Trump no miente

La prensa estadounidense y la del mundo tienen problemas adaptándose a la nueva realidad.

Están tratando de encontrar palabras que describan el torrente de mentiras que salen de la boca de Trump y su equipo.

Un comentarista político dice que hay que usar la palabra ‘falsedades’ en lugar de ‘mentiras’ cuando Trump no sabe que está mintiendo.

Kellyanne Conway la consejera del presidente habla de ‘hechos alternos’.

Cuando Trump dice que perdió el voto popular porque entre tres y cinco millones de ilegales votaron… ¿habrá que decir mentira, falsedad o hecho alterno?

En el mundito mezquino del de las manitas, ganar es lo más importante. No es suficiente haber ganado el voto del Colegio Electoral, no es suficiente sentarse en el sillón de la oficina oval y ser presidente, no es suficiente tener en sus manos el destino inmediato de millones… nada es tan importante como ganar, y el hecho de haber perdido el voto popular ¡por cerca de tres millones de votos!, es lo que no lo deja dormir.

Seguramente en su insomnio determinó que de ninguna manera pudo haber perdido de manera legal… alguna trampa hubo. La población de musulmanes en EUA no pasa de los tres millones y medio, acusarlos a TODOS de haber votado ilegalmente no tendría mucho sentido… los mexicanos por otro lado… sí, ¡los mexicanos ilegales votaron!, esa es la única explicación posible.

En en mundo racista de los más rabiosos seguidores de Trump, lo que dice su ídolo no es ni mentira ni falsedad ni hecho alterno, es verdad absoluta. Al inicio de su campaña anunció haber presenciado como “miles y miles de musulmanes vitoreaban en Nueva Jersey mientras las Torres Gemelas caían”. No importa que el adalid de la nueva ultraderecha haya sido el único en presenciar el hecho, él lo dice y eso es suficiente para sus incondicionales.

Ahora parece que además de mentiroso (o falseador si usted prefiere) Trump es ‘sentido’ como los  mexicanos entienden la palabra. Su Secretario de Prensa dijo, palabras más, palabras menos, que la prensa los estaba ‘desmoralizando’ con sus reportes. Uno tendría que sentir el dolor de Trump y pedirle a la prensa que reporte ‘hechos alternos’ para no entristecer al presidente.

Político, la organización periodística estadounidense, reporta que los asistentes tienen que protegerlo de sus peores impulsos, que controlan la información que puede enfurecerle. Dice, además, que se aburre y le gusta ver la televisión; que a nadie le gusta contradecirle aunque a veces es necesario pero “no puedes hacerlo enfrente de todos”, “nunca va admitir estar equivocado delante de otros”. La fuente es una persona cercana a Trump que describe al presidente como preadolescente, rodeado de ayudantes que sirven como niñeras.

Un informe de Axios agregó esta mañana: Los asistentes hablan de darle "mejores opciones" o de llenar su agenda con reuniones para evitar que lea sobre sí mismo o se vea en la televisión o acabe usando Tuiter.

Si mentira es cuando sabes que mientes y falsedad es cuando mientes sin saber que mientes, definitivamente Trump no miente… dice falsedades… y se las cree, sufre de delirio, delirio peligroso para el mundo.

Mentiroso, sentido, infantil, necesitando niñeras… ¿Quién hubiera dicho hace unos años que así describiríamos al presidente de los EE UU?