Trump el Imbécil

Trump el Imbécil


Si Obama hubiera dicho una sola de las estupideces que salen de la boca o del Tuiter del actual presidente, el mundo entero hubiera prestado atención.


Trump ya nos tiene tan acostumbrados que ni pestañeamos.


El consenso parece ser: otra idiotez, y… ¿Qué hay de nuevo?


La elección del millonario es un parteaguas en la historia de los Estados Unidos, ya no se trata de ideología, ni izquierdas ni derechas, ni de liberales y conservadores. Trump cambia de un bando a otro de la misma forma que otros cambiamos de camisa. Se trata de inteligencia entre los electores y de interés personal entre los políticos. Ningún elector medianamente inteligente puede seguir apoyando a Trump de la misma manera que ningún político que ame a su país por encima de su partido.


Si la pregunta de «¿Quién hubiera pensado que el sistema de salud era tan complicado?» No hizo cambiar de opinión a sus seguidores, nada logrará cambiarlos. De aquí en adelante, todos los análisis políticos y de la intención del voto, tendrán que partir de la base de que un 35% del electorado estadounidense carece de la facultad de pensar lógicamente.


Sean cuales sean las razones (y el racismo es una de las que más pesan), hay un sector de la población dispuesto a aplaudir al líder. Como Trump mismo lo dijo: «Podría dispararle a alguien en medio de la quinta avenida sin perder un solo voto».


Platicar con un seguidor de Trump puede causar serios dolores de cabeza. El argumento más socorrido es el de «No dijo lo que dijo o cuando dijo lo que dijo realmente quiso decir otra cosa». Alguien me dijo «Trump no es racista, mi esposa es mexicana y votó por él»


Al parecer, la figura del 35% de imbéciles, no sólo se dá en Estados Unidos. Francia también tiene los suyos, 35% votaron por la fascista Le Pen. A diferencia de los Estados Unidos, la razón privó (antes del voto) en el 65% del electorado, misma cifra que hoy, meses después de la elección, se da en la unión Americana.


La labor de los políticos estadounidenses, tanto liberales como conservadores, que aún creen que el bienestar de la población es más importante que el de su partido, es monumental. Se trata de identificar y convencer al 15% de los votantes de Trump que hoy se arrepienten. Partir de la base de que el 35% está fuera del alcance de argumentos razonables.


En un país dividido por la mitad, 3.5 de cada diez estadounidenses son suficientes para controlar uno de los dos partidos políticos importantes. No sería sorprendente ver a otro u otra imbécil estrella de televisión como candidato Republicano.


Lo malo de la democracia es que no tiene salvaguardas contra la estupidez. Así va el mundo.



Comentarios

Entradas populares