Incompetencia en la administración Trump

Dos miembros del equipo Trump fueron despedidos esta semana tras acusaciones de violencia doméstica…. David Sorensen, encargado de escribir discursos y el jefe de personal Rob Porter cuya exesposa mostró fotos con ojos morados.

La Casa Blanca se apresuró a aclarar que no tenían idea de las acusaciones y que tan pronto fueron descubiertas les pidieron su renuncia.

El problema con esta narrativa es que las ex esposas de los funcionarios habían informado al FBI hace meses.

No se trata únicamente de moral, el presidente defiende a sus exempleados sin mencionar a las víctimas mostrando, una vez más, que la moral en la oficina oval es inexistente. Se trata de seguridad nacional.

Los empleados de la Casa Blanca tienen que pasar por un amplio escrutinio, su pasado es importante porque alguien que tiene algo que ocultar puede ser extorsionado. Porter tenía acceso a información privilegiada, lo que hace de su pasado un asunto de seguridad nacional.

Alguien dijo, en son de broma, que, si todos los culpables de violencia doméstica y de colusión con los rusos salieran de la Casa Blanca, el presidente se quedaría solo.

No es solo este par de empleados, el problema es endémico. Hay políticos de carrera que han ejercido el oficio de asesores de diferentes presidentes durante años, gente muy calificada y con mucha experiencia. Estos empleados ofrecieron sus servicios a la administración Trump. Tras enterarse de que la mayoría de ellos no habían apoyado al ahora presidente durante su campaña, fueron despedidos. La experiencia y el conocimiento son, para Trump, valores muy secundarios, lo importante es la fidelidad.

En una elección primaria con 17 candidatos republicanos y en la que la mayoría veía la candidatura Trump como una broma, hace muy difícil encontrar gente capaz y además Trumpista.

Las administraciones estadounidenses son verticales, los de abajo no tienen mucha influencia sobre los de arriba pero de arriba influyen mucho en los de abajo. No se puede esperar un personal serio y preparado cuando el presidente es un payaso egocéntrico.

Esto es importante para nuestro país porque no será el presidente quien negocie el tratado de libre comercio sino un grupo de gente incapaz, cuyo única calificación es la fidelidad al patán que ocupa la oficina oval.