¿Qué está pasando? Definitivamente no tengo la respuesta.
¿Qué está
pasando? Definitivamente no tengo la respuesta.
Escucho hoy
que Israel ataca a Siria, a la Siria apoyada por Irán que tiene tropas en el país.
Los rusos defienden al presidente al-Ásad contra los sirios que iniciaron una
guerra civil para derrocarlo. Los estadounidenses tienen tropas en el país peleando
contra lo que queda del Estado Islámico, los turcos también pelean contra el Estado
Islámico y contra los kurdos. Los kurdos son aliados de los norteamericanos
contra el Estado Islámico del que solo entendemos que les gusta cortar cabezas.
Los Saudí Árabes ayudan a los insurgentes con armas y dinero. Entre doscientos
cincuenta y cuatrocientos cincuenta mil muertos, cinco millones de sirios han
salido del país.
Estamos tan
acostumbrados a las noticias de la guerra que nos hemos hecho un poco inmunes. El
sufrimiento de pueblos al otro lado del mundo nos pasa un poco desapercibido. Y
es que las líneas claras entre ‘buenos’ y ‘malos’ que existieron durante la
segunda guerra mundial se han diluido, cuando escuchamos o leemos sobre una
batalla no sabemos de qué lado estar.
El flujo de
las famosas ‘noticias falsas’ es estremecedor… cada quien ‘crea’ su versión de
los acontecimientos actuales. Los periódicos serios han perdido millones de
lectores, el mundo se informa a través de ‘memes’ en las redes sociales.
Yo no tengo
las respuestas, ni siquiera entiendo bien las preguntas, la división y el odio
entre los sunníes y los chiitas se inicia a la muerte del Mohamed, los sunníes piensas
que no hay heredero del profeta, que los lideres deben ser electos; los chiitas
piensan que solo dios decide y que los herederos son los descendientes directos
de Mohamed. Parecen argumentos sin valor los que han desencadenado siglos de
odio y, sin embargo, hace siglos, los cristianos se mataban unos a otros por su
creencia o no creencia en la divinidad de la virgen.
Los evangélicos
avanzan en el sur de nuestro país, esperemos que las diferencias entre ellos y
los católicos no lleguen a los extremos del medio oriente.
La religión
no es la base de todos los conflictos. Hay intereses económicos y geopolíticos.
La injerencia de los rusos en las elecciones estadounidense y francesa, así como
en el Brexit de la Gran Bretaña así lo muestran.
Los que
tenemos hijos, vemos con miedo el futuro. La tecnología que debería unirnos se
usa hoy para dividirnos más que nunca.
Los estadounidenses
participaron en la segunda guerra durante cuatro años. Van diecisiete años de
guerra en Afganistán. ¿Sera esa la nueva norma? ¿La guerra perpetua?
Esperemos,
por el bien de la humanidad que no sea así.
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