Soy Ti Pi Es
Hace 16 o
17 años, dos fuertes terremotos sacudieron El Salvador. A consecuencia, unos 200
mil salvadoreños que vieron su hogar y su futuro derrumbarse, recibieron asilo temporal
en los Estados Unidos.
En
entrevistas se refieren a si mismos: “yo soy ti pi es” o “yo tengo ti pi es”, y
es que así se pronuncian en inglés las siglas TPS que se refieren a “Temporary
Protection Status”.
Hoy, la administración
Trump decide cancelar el programa. 17 años es una vida. Una vida durante la
cual trabajaron, crearon negocios, compraron casas y tuvieron hijos. Hoy el
terremoto Trump les ofrece dos alternativas: Regresar a El Salvador o volverse
indocumentados.
Los republicanos,
el partido que se define a sí mismo como de “los valores familiares” cuando se
trata de negar derechos a los homosexuales, divide las familias de nuestros
hermanos salvadoreños entre padres “ilegales” e hijos ciudadanos del único país
que conocen.
17 años es
una vida, una vida en la que no solo han contribuido con sus impuestos a su país
adoptado, sino que además, han mandando, en promedio 4,300 al año a sus familiares
en centro américa, no solo ellos sufrirán las consecuencias de una administración
sin valores humanos fundamentales, la economía de El Salvador también se verá
afectada.
No alcanzan
las palabras para describir la desgracia en que se ha convertido este país. La
estatua de la libertad, símbolo de la bienvenida a inmigrantes de todo el mundo,
hoy da la espalda a los nuestros.
La historia
de los Estados Unidos está llena de episodios de odio. Alguna vez fueron los irlandeses
a los que, por ser católicos, se les despreciaba y negaba trabajos. Siguieron
los italianos y los chinos. A los japoneses nacidos en este país se les llevo a
campos de concentración durante la segunda guerra mundial. Hoy son nuestros hermanos
latinoamericanos. El daño será irreparable. Algún día jóvenes estadounidenses que lean la
historia de nuestros días se sentirán avergonzados de haber permitido que el patán
en la Casa Blanca haya convertido a este país en un verdadero “shithole”.
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