Wendy



Uno de los más grandes atractivos del sur de California es Disneylandia. Cuando mis hijas eran chicas, tuvimos un pase anual, luego crecieron y el encanto de Disney disminuyó, ahora casi nunca lo visitamos por dos razones: las colas interminables y el altísimo costo de los boletos.

Ayer me tocó escuchar una anécdota sobre Disneylandia que me hizo reír mucho… Un gringo, vamos a llamarle John, trabajaba para la empresa encargada del mantenimiento de “Peter Pan”. Para los que no lo conocen, “el vuelo” de Peter Pan es una atracción donde los visitantes se suben a un barco, como el del pirata Garfio y “vuelan” al país de Nunca Jamás.

John nos platico que “Peter Pan” fue una de las atracciones originales del parque y que se inauguró en 1955. Años después, hicieron una copia exacta que embarcaron a Japón donde aún funciona en “Disney Tokio”. Los parques de Orlando y de París, también tienen su “Peter Pan” pero no son réplicas exactas y fueron creados con tecnología diferente.

Durante muchos años, el trabajo de John consistió en la revisión y mantenimiento de la atracción, nos platico que hay un “embarcadero” donde tienen “barcos” de repuesto, y cuando alguno falla, lo sustituyen inmediatamente mientras lo reparan. También tienen motores y transmisiones extra para cualquier eventualidad.

En 2005, y con motivo del 50 aniversario, hicieron reparaciones generales y sustituyeron los rieles. John se llevó un pedazo del riel original que hoy guarda como un tesoro. El sobrino del dueño de la empresa para la que trabajaba John era un bromista incorregible, John lo describió como “mente un poco enferma”, vaya usted a saber.


El caso es que durante los trabajos del 50 aniversario, le quitaron la ropa a todos los personajes para que no la ensuciaran o rasgaran. El famoso “sobrino del dueño” hizo una de las suyas: con un plumón de tinta permanente, le pintó pelo púbico a la figura de Wendy. La gente de Disney no se toma esas bromas a la ligera y estuvieron a un tris de despedir a la compañía completa. Oficialmente nunca se supo quién fue el culpable, pero en la mente de John nunca hubo dudas.

El caso es que, como “Wendy” es de madera y la tinta era indeleble, hubo que lijar sus partes privadas y repintarla.

John nos dice que la cultura de Disney ha cambiado y que si algo como eso sucediera hoy, no habría preguntas, simplemente le pedirían a la compañía completa que empacara sus cosas y los escoltarían a la salida para no dejarlos entrar nunca.

Cosas de las que uno se entera. Nunca volveré a pensar en Wendy de la misma manera.

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