Enésima disculpa



Me dicen que descalifico y que insulto… y tienen razón.  Mi sarcasmo excesivo se puede interpretar como insulto. Me dicen que no argumento, también es cierto. No encuentro forma de argumentar contra la sinrazón y la intolerancia.

Vivo en un país donde el fanatismo religioso y la política van de la mano. Un ejemplo: El ex-gobernador de Texas Rick Perry, convocó a sus seguidores a rezar por el fin de la sequía. Treinta mil evangélicos llenaron un estadio en Houston para pedir lluvia… ¿Por qué me ofenden eventos así? ¿Por qué no puedo ser más tolerante y no decir que su reunión equivale a la más grande “danza india de la lluvia que se haya visto”? Es sencillo: porque afectan la política del país.

Pedirle a Dios que llueva no es problema. Decir que el calentamiento global es una “farsa” inventada por científicos liberales SI es problema. Todos los avances en materia de protección al medio ambiente de la administración Obama han sido borrados por la administración Trump.

¿Dónde quedó el señor Perry después de ser gobernador de Texas? Primero que nada, Dios le jugó una buena broma: Le dijo que se postulara para la presidencia, ya sabemos con qué resultados. Pero su carrera política no paró ahí. Ahora es el Secretario de Energía.

Durante su carrera por la presidencia, Rick Perry dijo que, de ser presidente, aboliría el Departamento de Energía que ahora dirige. Poco después de su nombramiento, declaró no tener idea de que parte de las responsabilidades de su nuevo puesto era la supervisión del vasto arsenal nuclear de los Estados Unidos.

Durante la administración Obama, el Secretario de Energía era Ernest Moniz, Físico Nuclear que ha recibido el doctorado honoris causa de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, la gran cruz de la orden del Príncipe Enrique de Portugal y el Gran Cordón de la Orden del Sol Naciente de Japón. El Secretario actual, bailó en el “reality show” "Bailando con las Estrellas" y, como ya había mencionado, bailó o rezó en un estadio para pedir lluvia.

¿Se puede razonar, dialogar o argumentar con los seguidores de gente como Rick Perry? Si alguien tiene una respuesta positiva, por favor háganmelo saber. La única arma que tengo a mi alcance es el sarcasmo. Si en mi defensa de la ciencia hago que alguien piense un poco, habré cumplido mi objetivo.

Va otro ejemplo: La famosa, y ahora Santa, Teresa de Calcuta. Hay evidencia más que suficiente para soportar el argumento de que en sus misiones, los enfermos no recibían analgésicos porque: "Sabes, este dolor terrible es solo el beso de Jesús, una señal de que te has acercado tanto a Jesús en la cruz para besarte".

Sabemos que cuando ella necesitó tratamiento médico, voló a los mejores hospitales en los Estados Unidos. También sabemos que recibió dinero y alabó al peor dictador en la historia de Haití: Baby Doc Duvalier.

¿Cómo puedo argumentar con un amigo que repite una y otra vez que la señora era una santa? No sé la respuesta.

¿Por qué me ocupo tanto de aclarar quién es la madre Teresa? Básicamente, habría que juzgarla por sus propias palabras en una misa al aire libre en Irlanda: “Prometemos a Nuestra Señora que ama a Irlanda tanto, que nunca permitiremos en este país un solo aborto ni anticonceptivos.”

Cualquiera que se asome a las condiciones de extrema pobreza en Calcuta y razone que la gente no debe usar anticonceptivos y, además, lleve ese mensaje hasta las Naciones Unidas merece todas las críticas que la Santa ha despertado. Yo, nuevamente, como no se dialogar, acabo insultando al llamarla la Arpía de Calcuta.

El título de esta nota es “Enésima disculpa” y de eso se trataba, de pedir disculpas a todos los que se sienten ofendidos o insultados por mis comentarios.
Estoy muy retirado de Facebook y ahora, con tristeza, dejé a un grupo de amigos en WhatsApp. Lo hago porque efectivamente, no se dialogar sin ofender los sentimientos de alguien. No es nunca la intención ofender a gente buena, a los creyentes decentes que no usan su fe para discriminar. Pero no puedo reaccionar de otra manera.

Mi contribución al mundo es minúscula, menos que minúscula. Mi única arma contra Rick Perry o la Madre Teresa y la gente que los sigue es el sarcasmo. Si no uso mi micro-plataforma para atacar a los enemigos de la razón y del progreso, tal vez debería dejar de escribir.





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