Doña Mónica….

Pues resulta que doña Mónica es una mujer muy guapa, inteligente y simpática.

Por años fue objeto de burla en todo el mundo, su nombre ha sido relacionado hasta el cansancio con el sexo oral. Me refiero, obviamente a Mónica Lewinsky.

Se refiere a sí misma como “el paciente cero” en la epidemia de "Bullying" que azota al mundo, especialmente en estos tiempos de redes sociales.

John Oliver, comediante, le hace una entrevista por demás reveladora. Le pregunta, entre otras cosas si alguna vez pensó cambiarse de nombre, a lo que ella responde -"Nadie le ha preguntado nunca a Bill Clinton si él pensó en cambiarse de nombre".

Después de encontrarse sin trabajo y sin la posibilidad de obtener uno dado que su nombre ha sido relacionado con la vergüenza pública, Mónica se ha convertido en luchadora incansable contra el “bullying” que hoy se manifiesta como “bullying cibernético”.

Platica del dolor, no sólo para ella sino para toda su familia que implicó el haber sido blanco de toda clase de burlas. Burlas sangrientas y amargas, sobre su fealdad y su sobrepeso.

Hoy, después de una larga jornada, puede reírse de los ataques y dice que se siente poderosa al “bloquear” los comentarios obscenos en su cuenta de tuiter.

Si entienden inglés o si tienen HBO con subtítulos, les recomiendo mucho la entrevista en el programa “This week tonight” con John Oliver. Después de oírla, acabé convencido de que si alguien debe estar avergonzado, soy yo y todos los que alguna vez decidimos hacer burla de una muchacha muy joven que cometió un error… como si nosotros nunca hubiéramos cometido errores iguales o peores.

El nombre Mónica, para mí y de hoy en adelante, ya no representará sexo oral, representará eso sí, a una mujer guapa, inteligente y valiente, muy valiente.