Espíritu complicado.

Los que me conocen saben que siempre defiendo a los mexicanos y me quejo de los gringos y de la humanidad en general. Hoy no puedo dejar de quejarme del espíritu mexicano… lo que llamaría el espíritu complicado.


Yo no sé porque pero al parecer cualquier trámite en USA es mucho más fácil que el mismo trámite en México. No es mala fe, es simplemente lo que yo llamo el espíritu complicado mexicano.


Casi casi puedo imaginar al funcionario mexicano diseñando un procedimiento y haciéndose la más importante pregunta (para él) ¿Cómo puedo hacer esto más complicado de lo necesario?


Mi último viaje a Mexicali me embarqué en varios combates contra el espíritu complicado mexicano con el gobierno y con la iniciativa privada…


Conseguir una licencia de manejo es pelear a brazo partido con las hueste de la complicación. Otra con el banco para abrir una cuenta y una con el doctor para que me recetara algo más barato. Todas estas batallas, aunque memorables, se dieron durante la semana que estuve en Mexicali. Al final salí victorioso más o menos.


Una batalla que sigo aún hoy es la de comunicarse con la aplicación móvil del banco Banorte. Para algunos procedimientos, necesitan mandar un texto a mi teléfono para confirmar mi identidad. Esto de la autenticación con dos factores no lo inventó Banorte. Google lo ha usado, lo mismo que muchas otras compañía. Funciona así: Dime tu usuario, ahora dame tu contraseña, ahora te vamos a mandar un mensaje a tu teléfono para estar bien seguros de que eres tú. 


Google, después de que le dijiste quién eres y cual es tu contraseña te manda un número de 3 dígitos, últimamente te ponen tres números para que tú le des click a uno de los tres. El chiste es que el último procedimiento es muy sencillo por que es un número que sólo va a servir a alguien que tiene tu usuario, tu contraseña Y tu teléfono. Si no contestas en unos minutos la última validación ya no funciona y tienes que hacer el proceso otra vez. 


Aquí es donde el espíritu complicado de Banorte entró en acción. El último paso, donde pasaste dos trabas, te hacen que la tercera parte sea complicada. No es trés dígitos es 7 dígitos y algunas letras en un margallate que no puedo recordar cuando voy del texto a la aplicación.


Los mexicanos necesitan dos identificaciones por que una… pues nomás no funciona. Los mexicanos si pudieran, le pondrían una clave secreta a los elevadores para que uno no suba nomás.


Yo soy mexicano y quiero a los mexicanos pero no puedo dejar de reconocer que ese espíritu complicado que heredamos de los españoles o los aztecas no es muy fácil de sufrir.





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