Los mexicanos pagaron por el banco gringo

 Una ATM o cajero automático de Bank of America me dio 180 dólares cuando pedí (y me descontaron) mil dólares.


Bank of America controla las tarjetas del EDD (para cobrar el desempleo) y tratan a los tarjeta-habientes como infrahumanos.


Cuando sucedió mi problema fui inmediatamente al banco donde me informaron que no podían ayudarme y me dieron un número de teléfono.


Primero estuve 3 horas escuchando que mi llamada es muy importante. Por si no lo había entendido bien, me lo repetían cada 2 minutos. Después de 3 horas, pensando que era un error, colgué y volví a marcar, esta vez estuve escuchando que mi llamada es importante cada 2 minutos durante 7 horas. Me bañe, fui a la tienda, fui a ver a mis amigos… su llamada es muy importante, regrese a mi casa y a las 10 de la noche colgué.


Al día siguiente marqué a las 5 AM, que son las 8 AM tiempo del este para ser la primera llamada, después de una hora y 10 minutos me contestaron, tomaron la información. Una semana después recibí una carta diciendo que yo estaba cometiendo fraude. El día antes de recibir la carta, quise poner una cita para renovar mi pasaporte. Había que hacerlo en línea, excepto que, como la página del IFE, no puede atender a más de 3 gentes y hay que tratarlo muchas, muchas veces. Cuando por fin pude conectarme y poner mi información me dijeron que mis datos eran incorrectos. ¡Claro que son incorrectos! Alguien tuvo la idea de escribir mi apellido CAMBUSTAE, y ese señor si existe en línea pero no en la vida real mientras que yo existo en la vida real y no en línea. 


Ahí te voy al consulado donde me dijeron que tenía que hablar para hacer una cita. El miércoles a las 7 AM. Fecha y hora que nunca olvidaría.


Estuve trabajando tarde (hasta las 3 de la mañana) como quería volver a llamar al banco, puse despertador a las 5 para iniciar el proceso. Esta vez me mandaron a correo de voz después de 18 minutos. Nuevo intento, me contestaron a las 6:23. Ahora me dicen que tengo que mandar un fax. No pude quedarme con las ganas de preguntar si en el 2020 no sería bueno usar telegrama o señales de humo. En fin empiezo a escribir mi queja buscando manera de mandar un fax en línea. Sonó la alarma que puse para las 7 de la mañana. ¡Hora de hacer cita en el consulado!


Empiezo a platicar de la llamada al consulado diciendo que nunca he insultado, en los 62 años que llevo de vida a nadie por teléfono. Conste. El operador de MexiTel, que así se llama el servicio para hacer citas, empezó por preguntarme toda mi información, hubo que repetir 4 veces mi apellido, deletreando para no llamarme CambustEA. Al final me dice que no hay citas. ¿Cómo que no hay citas? ¿Pues cuando va a haber citas? Haciendo lo que a mi me parecen preguntas muy lógicas. La respuesta me dejó mudo (no por mucho) el señor funcionado me dijo que va a haber citas cuando haya citas, haciendo gala de una lógica impenetrable. 


Yo ya se que va a haber citas cuando haya citas, gracias por esa información que entiendo, le dije, pero como puedo hacer una cita sin saber cuando va ha haber citas le pregunté. Pues usted marque seguido, y cuando haya pues va a haber. Por aquí el tono de mi voz va subiendo, ¿Cree usted que yo no tengo nada que hacer? Pues no marque si no quiere o marque si quiere al final yo solo le doy la información que tengo. Esto ya son gritos. No es que quiera, o no quiera marcarle, lo que yo quiero y necesito es una cita para obtener mi pasaporte. Pues hágale como quiera me dijo, aquí sí, por primera vez le pedí a gritos, que tuviera relaciones íntimas con su señora madre. Hasta ahí iba yo bien, donde me pasé fue en decirle que su señora madre, a quien no conozco, cobra por sus encantos. Creo que eso si fue mucho. Espero no tengan una lista negra por que en lo que me queda de vida no voy a recibir un documento de la secretaría de relaciones exteriores. 


Todavía tembloroso del coraje me lanzo al consulado. En la puerta me dicen que los que tiene cita van a la izquierda, los que tienen preguntas a la derecha. A la derecha espero respirando profundo. Sale un funcionario, llama a los de la lista y luego me pregunta en que me puede servir. Me aguante las ganas de decirle que para nada me podía servir. Le expliqué que había ido al consulado después de intentarlo por largo tiempo en linea donde me dijeron que tenia que hacer la cita por teléfono con el resultado que ya he narrado. Me dijo que si yo hubiera hablado me hubieran dado la cita, que viera toda la gente haciendo cola por que hicieron cita. 


Además de ser tan mal tratado en el teléfono ahora me llamaban mentiroso en persona. Le enseño mi teléfono con la llamada a las 7 de la mañana y le pregunto si cree que llamo a esa hora para NO hacer cita e ir al consulado. Empiezo a marcar para que este funcionario escuche lo mismo que yo escuché sobre habiendo citas cuando haya citas. El susodicho, después de llamarme mentiroso se metió al consulado, lo que yo creo que hice fue tocarle en la puerta para que escuchara lo que me dijeran por teléfono lo que otros creen que hice fue casi tirar la puerta a golpes. Que exagerados chingao. Me amenazaron con llamar a la policía, yo les pedí que llamaran a quien quisieran.


Una pobre funcionaria decidió estacionarse en los espacios reservados para… los funcionarios. Señorita por favor ayúdeme, nadie aquí me puede ayudar. Se acerca la guardia a explicarle a la funcionaria que yo soy un energúmeno que iba a romper la puerta de cristal. Yo me hinco y le pido que por favor, por favor me ayude. Ella tranquila me dice que la cita bla bla, me explica que le MexiTel recibe llamadas de todo el mundo, yo le digo con toda la poca tranquilidad que me queda que no se vale, que no quieren a México, que no quieren a los mexicanos, que cuando yo trabajé en el gobierno hice lo imposible por ayudar a los mexicanos, bla bla. Al final, en todo conciliatorio me dice que regrese el día 7 de Noviembre a las 7:30 de la mañana cuando ella va a atender al público y me va a atender personalmente.


Yo tenía ganas de decirle que no quiero que hagan excepciones, que traten bien a todos mis paisanos que bla bla. Ya estaba yo muy cansado y ya tenía cita y se me acabaron las fuerzas y le di las gracias, me despedí y me subí a mi carro y aquí estoy en mi casa platicando cómo el mal trato recibido por un banco gringo hizo que me desquitara con la puerta de cristal del consulado mexicano en Santa Ana.











Comentarios

  1. No es un gran consuelo pero, tu técnica narrativa ha mejorado, ¿cómo lo sé? , muy fácil, leerte me causó emociones!

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