Menaje

No es burocracia me dijo la señorita… ¡Es la ley!

Traté de explicar, pero nomás no se pudo. La ley, mi querida señorita es burocrática. Si usted me dice que necesito mis documentos en Madarín y por triplicado, pues seguramente se basará usted en la ley. Una ley creada por y para burócratas.


La conversación se dio con una funcionaria del consulado de México en Santa Ana, California, a donde me llevó mi decisión de regresar a mi patria después de 25 años en esta tierra de gringos.


Como muchos de mis paisanos, había oído del Menaje de casa, que es un procedimiento por el cual uno puede importar a México nuestras propiedades usadas al regresar a nuestra tierra. Aunque viejo, todavía entiendo esas cosas de la internet y me dirigí al sitio del consulado donde explican que el costo del menaje es 105 dólares. 


Si mi mujer o algún otro de mis paisanos, menos iluso que yo, me hubieran dicho -”Seguro te va a costar mucho más”. Y, obviamente, hubiera tenido razón.


El sitio incluye los documentos necesarios para llegar al paraíso llamado menaje, hay que mandarlos por correo electrónico, con eso del Covid, todo es virtual. Había que mandar la lista de las cosas en formato de columnas con la marca, modelo y serie de nuestras chunches. Ahí me tienen volteando los chunches patas para arriba para encontrar la famosa serie. Completo la lista y lo mando al correo del sitio del consulado… Nada. Una semana completa y nada. 


Decido ir al consulado donde me dijeron que tenía que mandar la información al correo a donde lo había mandado. El encargado, muy amable me dió la misma lista y me pidió mi teléfono para que la funcionaria del menaje me llamara.


Al día siguiente, la señorita muy amable me dijo que para que la cosa prosperara necesitaban todos los documentos. Copia de mi pasaporte,  de mi licencia y de algún recibo de una compañía de servicios como la luz para demostrar la residencia en esta tierra de gringos durante los últimos 6 meses. Y, muy importante, la lista debe estar en Excel. Señorita le pregunté, ¿No cree usted que Bill Gates ya tiene suficiente dinero? Muchos paisanos no tendrán Excel y sería mejor que usaran un servicio gratuito como el Google Docs. No creo que me entendió muy bien y me explico que Excel es un formato del que pueden importar la información fácilmente.


Tomé fotos con el teléfono para ponerlas en el correo, puse copia del recibo de internet de hace 6 meses y el del último mes, los restos de mis documentos y ahí se va, por ese extraño universo del internet, en Excel.


Al día siguiente, recibí correo electrónico diciendo que necesitaba hablar conmigo por teléfono. Amable me pregunta a qué hora es más conveniente para mí. Le dije que a las 11 de la mañana del día siguiente y esperé con ansia. ¿Qué me querrá decir la señorita funcionaria que no me puede explicar en un correo electrónico? Vaya usted a saber.


A las once de la mañana, suena mi teléfono, tal como acordamos, lo que me dio mucha alegría ya que no esperaba tanta puntualidad. Aquí fue donde se dio el diálogo del inicio de esta nota. Ella me dijo que necesitaba copias de cada uno de los 6 meses de mis recibos, yo le dije que son burócratas de corazón y me dijo el ya mencionado “No es burocracia, ¡Es la ley!”.


Necesitas documentos de cada uno de los últimos seis meses, me imagino que uno de los que hacen las leyes en mi patria debe haber pensado. “Si me das el de hace seis meses y el último, ¿Que tal si te cambiaste a EEUU hace seis meses por sólo un mes, luego regresaste a tu tierra por 5 meses y finalmente regresaste otra vez a la tierra de gringos donde recibiste el último recibo en la misma dirección y de la misma compañía de hace seis meses?”.  Yo sigo pensando que es burocracia, usted, me dirá que “Es la ley”. Al parecer la ley no quiere ahorrar papel.


Todos hacen lo que se les pide, nadie se ha quejado hasta ahora, me dijo la señorita. Yo creo que no se quejan porque ya saben a lo que se exponen al enfrentarse a la burocracia azteca, y entran resignados a aceptar lo que venga.


Aparte de la multiplicación de recibos, cual panes, la llamada era para explicarme como funcionan los coyotes de la aduana. Ella les llama “Agentes aduanales”, yo les seguiré llamando coyotes, porque abusan de la necesidad que tienen nuestros paisanos de cruzar la frontera de sur a norte y de norte a sur.


El chiste es que los 105 dólares del sitio se multiplican como los recibos y tiene que pagar entre 600 y 800. Un porcentaje se va en impuestos y otra parte en el pago del “servicio” del agente de aduana. Básicamente me dijo que si mis chunches no valen mucho, digamos 2500 dólares, pues no vale la pena hacer el menaje, es mejor pagar impuestos como cualquier vecino. Si sus chunches valen 5 mil o más, pues los 800 o 900 que le va a costar el procedimiento vale la pena.


Alguien tan iluso como yo, se pregunta porque no explican todo el procedimiento en su sitio de internet para que no vaya uno con la ilusión de que el asunto va a costar 105. No quise preguntarle a la señorita porque ya sabía la respuesta: “Es la ley”

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