López Obrador y Trump

 Amiga,

Yo sé que ustedes no renuncian a la adoración del Mesías, ya no discuto con morenos por que en lugar de usar argumentos caen en el insulto fácil. Ya me han dicho que soy Priísta...  ¡No frieguen!

Te comparto mi opinión por que te estimo, ojalá me demuestres mi equivocación sin insultos.

Viví los 4 años de Trump en Estados Unidos. ¿Qué puedo decir del megalomaniaco idiota que no se haya dicho? Dijo que los mexicanos migrantes somos violadores y traficantes, insistió en que México iba a pagar por su muro.

 

AMLO le dijo a Trump: "También quise estar aquí para agradecerle al pueblo de EE.UU., a su gobierno y a usted presidente Trump, por ser cada vez más respetuosos con nuestros paisanos mexicanos".

Fue un insulto personal a todos los mexicanos a los que la situación económica que crearon los priistas (AMLO era uno de esos priistas) nos obligó a buscar una vida mejor al norte de la frontera.

Ahora, viviendo en mi querido México y escuchando “las mañaneras” (hasta donde aguanto) me he convencido de que Trump y AMLO son el mismo personaje, uno desde la derecha y el otro desde la izquierda, te voy a decir algunas de sus coincidencias.

-Las mentiras, diariamente, mentiras comprobables, los “otros datos”.

-Ninguno de los dos usaron cubrebocas. Todos sabemos (los que creemos en la ciencia) que el presidente poniendo el ejemplo usando mascarillas pudieron salvar vidas. Para los dos su imagen siempre fue más importante.

 -Dividen, ninguno sabe sumar, siempre dividen. Parecen decir a coro “Los que no están conmigo están contra el pueblo”. 

-El muro, el muro de Trump acabo en un chiste cuando puso una barrera ¿muro? alrededor de la Casa Blanca. López Obrador también acabo haciendo su muro al rededor del palacio presidencial.

-¿Solución al Covid? Trump sugirió inyectarse desinfectantes el otro usar estampitas...

-Detestan a la prensa libre. Trump inventó eso del “Fake News”, la prensa es la enemiga del pueblo. No su enemiga personal, no, enemiga “del pueblo”.

-La democracia es buena si ganan. De lo contrario, las instituciones hicieron trampa. La única forma en que pueden perder es con trampas, el pueblo está con ellos.

-Si hay algo malo no es su culpa, nunca, nunca aceptan haberse equivocado, si hay algo malo fue culpa de los que estuvieron antes, unos son el “deep state” el otro la “mafia del poder”. Misma cosa, los “malos”.

-Eligieron a sus colaboradores no en base a su preparación, es mucho, mucho más importante la obediencia, necesitan admiradores más que colaboradores.

-Detestan las fuentes limpias de energías, Trump se aventó a decir que los generadores eólicos daban cáncer. La ciencia es, generalmente su enemiga. Petróleo, petróleo, petróleo gritan los dos, cuando la humanidad, preocupada de la ciencia del cambio climático (enemiga) busca tecnologías que no contaminen.

-Los medios de comunicación con los que hablan son adoradores a ciegas. A los dos lados de la frontera se escuchaban las casi mismas preguntas “-Señor presidente, ¿es usted más guapo que inteligente o más inteligente que guapo?”

-Comparten seguidores-adoradores, esto se explica sólo. Tener a un líder que nunca se equivoca parece ser parte del carácter de muchos humanos. Sólo así se explican a Hitler y Mussolini. 

-Intervienen, contra la ley, en las elecciones, a Trump los juzgaron en el congreso, su partido consiguió hacerlo inocente aunque todos sabemos, lo mismo que en el caso de AMLO, que no les importa mucho la ley.

La lista es larga, en algún momento tengo que terminar, al final no importa cuántos argumentos liste, los seguidores del Mesías no van a cambiar de opinión, por eso le llamamos Mesías.

Dejo una pregunta en el aire. ¿Se van a castigar a los culpables del “accidente” del metro? Tanto como detesto al PRI, preferiría viajar en una línea neoliberal que en una de la cuarta transformación.  

Las instituciones salvaron a los Estados Unidos. A pesar de gritar “fraude, fraude” y de tratar de manipular los resultados electorales y de mandar a su horda salvaje a tomar las cámaras, Trump no logró reelegirse. ¿Serán las instituciones mexicanas erosionadas por tantos y tantos años de “Sí señor presidente” lo suficientemente fuertes para resistir la destrucción de nuestra democracia? Ojalá.